Mamma Mia!


MAMMA MIA!




Nunca imaginé la cantidad de trabajo que podía llegar a tener detrás la producción de un musical. Al principio del curso eran todo juegos e improvisaciones, pero eso cambió pronto.

En este post hacemos un breve repaso de todo lo que aprendimos y trabajamos


El diálogo

Una de las cosas que más me hicieron sentir vulnerable fue la insistencia de la directora en no memorizar diálogo alguno. Es una postura que mantuvo durante los dos cursos. De hecho, en muchas ocasiones no permitía que grabásemos las escenas habladas para que no las repitiésemos de memoria. Era precisamente esa sensación de no tener el control de la situación lo que me incomodaba. Podía memorizar sin problema una canción, una coreografía, etc. Pero pedirme que no aprendiese un diálogo de memoria me descolocó en un principio. Gracias al trabajo de la directora pudimos conseguir lo que ella quería para nosotros con esto: dejarnos llevar.

El resultado es incluso mejor de esta forma. ''Nunca dejáis de aprender'', ''Continuamente debéis poneros a prueba, escuchar al compañero, improvisar, son esas las cosas que hacen que el número crezca, las que lo hacen creíble y natural'' - fueron algunas de las frases que siempre recordaré de ella.

Como ejemplo de aquel día del estreno, me gustaría hacer mención a un pequeño incidente durante una escena, cuando de repente uno de los biombos se cayó del escenario. La forma en que los compañeros consiguieron manejar la situación fue absolutamente increíble, provocando risas en el público. Incluso hubo quienes tras la obra pensaron que estaba planeado en el guión.




Todo gracias a que mis compañeros no vieron ello como una crisis, sino más bien como una oportunidad.

Siempre recordaré los ejercicios de calentamiento, andar a distintos ritmos (del 1 al 5), los animales (cucurrucucú paloma), el grammelot y tantos otros que nos enseñó.



Las canciones

Desde un principio decidimos que las canciones se interpretarían en su idioma original, el inglés, en lugar de traducirlas al castellano. Esto no fue cuestión baladí. De hecho, fue uno de los grandes desafíos que como elenco nos encontramos. Aunque se tratase de canciones que forman parte de la cultura popular, y que posiblemente muchas veces hayamos escuchado, es algo muy distinto diseccionar la letra de cada canción, integrarla en la escena correspondiente y sentir lo que cantas. Esto se complica si no dominas el idioma.

Sin embargo, todo el reparto trabajó duro para aprender las canciones. La directora musical estuvo siempre dispuesta a ayudarnos en todo, con ejercicios de control de respiración y relajación. Lo que es más, nos ayudó a encontrar el tono en el que más cómodos nos sintiéramos para cantar, modificando la tonalidad de la canción cuando fue necesario. Uno de los consejos más útiles que nos dio fue el impostar la voz no solo al cantar, sino también al hablar en el escenario. De ese modo, evitamos tirar de garganta y cansar la voz, sin mencionar los problemas que a largo plazo pueden surgir a causa de forzar la voz, como pueden ser los nódulos.


Las coreografías

Personalmente esta parte fue la que más disfruté de todas. Es difícil explicar lo que para mí significa la danza. Me abstrae completamente, me hace sentir libre. Como dijo una vez un profesor de danza que tuve, ''Bailar es soñar con los pies''. La coreógrafa además era una mujer sumamente agradable, muy profesional, que dio movimiento y fuerza a las canciones, apoyándonos (literalmente) en cada paso.

Es todo un reto montar coreografías en las que todo el reparto está en escena. Money Money Money, Super Trouper y Waterloo son algunas de mis coreografías favoritas.












El Escenario

Y finalmente llegamos al día del estreno: Show Time.

¿Qué os voy a decir? Estaba como un flan, las horas antes del inicio de la obra fueron de mucho estrés. La preparación del vestuario, las pruebas de sonido, luces, maquillaje, las entradas y salidas, el manejo de los biombos, el montaje y la puesta en escena. Si pensábamos que una coreo podía ser difícil de recordar, imaginaos lo que debe de ser aprenderse todos los cambios de escena para saber en qué momento y lugar debían moverse los baúles, sillas y demás mobiliario que tuvimos encima del escenario. Un gran trabajo de nuestras compañeras Lupe y Rosa, las Jroñas con más talento de aquí a Kalokari.



Se acerca la hora, más nervios. Quieres ir al baño, no te atreves, vas, ya no puedes, Mamma Mia!

¿Lo bueno?

Todo se acaba el momento en que abren el telón...

Fue una sensación tremenda estar en un escenario, por primera vez para muchos de los que formamos el elenco. Todos los nervios, toda la tensión, todo se desvaneció...ahora tocaba disfrutar. Por nosotros y por nuestros seres queridos que estaban sentados frente a nosotros.

¿Lo curioso?

Lo rápido que se pasó. A poco que te das cuenta ya estabas en la escena final, esa boda tan peculiar que acaba con un giro inesperado. Todos los personajes en la misma escena.



Y para acabar todos con todos, bailando Waterloo, bajando del escenario, bailando con el público.

Tras dos años en Cavatina, fue un honor y toda una aventura viajar con vosotros a Kalokari, visitar la fuente de Afrodita, recordar aquél verano del amor, bailar, llorar y reír.

Os llevaré siempre en mi corazón 💝🔝




If you see the wonder...of a fairy tale
You can take the future, even if you fail
I believe in angels
Something good in every thing I see
I believe in angels
When I know the time is right for me
I'll cross the stream...I HAVE A DREAM

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